El English Day: Más que un día, una experiencia inolvidable.
- El Gorrion
- 20 jun
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Actualizado: 25 jul
El English Day fue un día único para aprender de diferentes culturas con los estudiantes de pre-jardín hasta octavo grado (ciclos I, II y III) los cuales nos hicieron viajar por el mundo en una actividad que combinaba la creatividad y recursividad de los expositores para preparar y representar las distintas culturas que podemos ver alrededor del planeta. Nuestros compañeros de grado noveno a undécimo (ciclo IV) trabajaron arduamente para recrear la escena de una película para luego proyectarla en los salones de clase. Después de viajar alrededor del mundo e ir al cine, los estudiantes jugaron un bingo temático y disfrutando un rato ameno en compañía de sus colegas y profesores. Para animar a los cursos se planteó una carrera con acertijos, uno más difícil que el otro. Y para finalizar el día, el área de inglés galardonó a aquellos con los mejores desempeños en la asignatura.
Desde transición hasta octavo grado (ciclo I a III), los estudiantes decidieron presentar las costumbres, comidas típicas, vestimenta tradicional y bailes característicos de distintos países del mundo, haciendo sentir a toda la comunidad educativa como si realmente estuvieran visitando esos lugares. Cada grupo se esmeró en ambientar su espacio con decoraciones alusivas al país correspondiente, dando a conocer música representativa y elementos culturales únicos que transportaban a los asistentes a un rincón diferente del planeta.
El recorrido comenzó en África, donde los niños de ciclo I representaron con entusiasmo y creatividad algunos países de este continente, destacando su riqueza cultural y diversidad. A medida que avanzábamos, los grados mayores (ciclo II a III) nos guiaron por América y Europa, mostrando con gran dedicación la historia, geografía y tradiciones de las naciones que escogieron. Los estudiantes completaban el recorrido con sus respectivos pasaportes, los cuales eran sellados al visitar cada estación donde eran recibidos con interpretaciones de escenas, degustaciones de comida tradicional y explicaciones de datos curiosos e interesantes sobre el país que visitaban. Fue una experiencia enriquecedora, llena de aprendizaje, integración y alegría, que permitió valorar la diversidad cultural del mundo de una manera lúdica y significativa.
Pero los estudiantes de Ciclo IV no se quedaron atrás con sus representaciones, demostrando un alto nivel de compromiso, creatividad y trabajo en equipo. Estos estudiantes asumieron el desafío de llevar a cabo una actividad completamente diferente: la creación y presentación de una escena de una película.
Durante varias semanas, dedicaron tiempo a la planeación, el desarrollo de guiones, la actuación, la grabación y la edición de sus producciones audiovisuales, buscando reflejar no solo su talento artístico, sino también su capacidad de organización y responsabilidad. Cada curso seleccionó cuidadosamente una película o escena emblemática que les permitiera explorar diversos géneros cinematográficos, desde el drama y la comedia, hasta la acción y la fantasía, a partir de una temática fija por curso: noveno, los edificios, décimo, la supervivencia, y undécimo, personajes históricos.
Además de grabar, también se encargaron de transformar sus salones en verdaderas salas de cine temáticas. Con elementos decorativos, luces, afiches, sonido y otros detalles, lograron ambientar cada espacio de forma que los visitantes se sintieran inmersos en el universo de la película que estaban por presenciar. En esta ocasión cada grupo de estudiantes realizó un recorrido por las diferentes “salas de cine”, asistiendo como público a los proyectos elaborados por sus compañeros de ciclo Esta dinámica permitió que todos compartieran su trabajo, apreciasen el esfuerzo de los demás y vivieran una experiencia única. Así se dio vida a un auténtico festival de cine escolar, donde el arte, la expresión y la colaboración fueron los grandes protagonistas.
El bingo fue un momento verdaderamente especial y lleno de entusiasmo, en el que todos los compañeros pudieron compartir risas, anécdotas y buenos recuerdos. La actividad no solo sirvió como una instancia de recreación, sino también como una excelente oportunidad para repasar y reforzar de manera divertida las temáticas que se han trabajado en clase a lo largo del año. Cada palabra o frase que se cantaba despertaba expectativa y emoción, ya que detrás de cada casilla se escondía un concepto o aprendizaje previamente abordado. La tensión crecía con cada giro en la ruleta, mientras todos esperaban con ansias ese esperado instante en el que alguien, con una mezcla de sorpresa y alegría, finalmente pudiera gritar con fuerza: “¡Bingo!”
Nuestra última actividad del día fue una emocionante y dinámica carrera de acertijos que logró captar la atención y el entusiasmo de todos los estudiantes, de chicos a grandes. Esta propuesta, cuidadosamente planeada y organizada por los docentes del área de inglés, fue pensada no solo como una competencia, sino también como una estrategia para fomentar el trabajo en equipo, el pensamiento lógico, la resolución de problemas y, por supuesto, el uso del idioma en un contexto lúdico y desafiante.
El objetivo principal era claro: resolver una serie de acertijos distribuidos en distintos puntos del colegio y llegar lo más rápido posible al punto final de encuentro. Sin embargo, no era tan simple como correr de un lado a otro. Los acertijos, diseñados con distintos niveles de complejidad, iban aumentando progresivamente su dificultad a medida que los equipos avanzaban. Algunos requerían ingenio, otros conocimientos previos, y otros simplemente ponían a prueba la capacidad de observación y deducción de los participantes.
En ciertos momentos, los grupos se vieron en la necesidad de solicitar pistas para poder avanzar. Pero estas ayudas no eran gratuitas: cada pista tenía un valor en dinero ficticio, lo que añadía una capa extra de estrategia a la competencia. Los equipos debían tomar decisiones rápidas: ¿vale la pena gastar dinero para asegurar el avance, o es mejor arriesgarse y seguir intentando por cuenta propia? Al final, no sólo se premiaba la rapidez, sino también la inteligencia con la que se gestionaron los recursos. El equipo ganador fue aquel que logró llegar primero al punto de encuentro con la mayor cantidad de dinero acumulado, demostrando no solo agilidad física, sino también habilidades de planificación y colaboración. Fue una actividad enriquecedora, desafiante y, sobre todo, muy divertida, que dejó a todos con una sonrisa en el rostro y muchas ganas de repetirla.
Nuestro día culminó con una emotiva y muy esperada ceremonia de premiación, un momento que sirvió para reconocer y celebrar el esfuerzo, la creatividad y el compromiso de todos los estudiantes a lo largo de las diferentes actividades desarrolladas. Uno a uno, los cursos fueron llamados al frente en medio de aplausos, risas y mucha emoción. En primer lugar, se premió a los grados que lograron destacarse en la representación de sus respectivos países, actividad en la que participaron los estudiantes de Ciclo I a Ciclo III. Fue evidente el esmero puesto en cada detalle, desde la decoración hasta las presentaciones orales y visuales, lo que hizo muy difícil para el jurado elegir a los ganadores. Luego llegó el turno de Ciclo IV, donde el enfoque fue diferente, pero igualmente creativo: se premió la mejor película producida por los estudiantes. Estas producciones reflejaron no sólo un dominio del idioma inglés, sino también habilidades en actuación, edición, escritura de guiones y narración audiovisual. La calidad de las propuestas fue sorprendente, y se reconoció especialmente aquella que logró transmitir su mensaje de forma clara, original y entretenida.
Por supuesto, no podía faltar el reconocimiento a los equipos ganadores de la carrera de acertijos, una de las actividades más dinámicas del día. Los cursos que lograron resolver los desafíos con mayor rapidez e inteligencia, administrando de manera estratégica sus recursos y colaborando eficazmente como grupo, recibieron un merecido premio por su desempeño destacado.
Finalmente, el reconocimiento individual a los estudiantes con mejor desempeño en inglés de cada curso. Estos alumnos fueron llamados al frente como ejemplo de constancia, dedicación y progreso en el aprendizaje del idioma. Fue una ocasión especial para resaltar el talento y el esfuerzo personal, motivando a todos a seguir dando lo mejor de sí en su formación. La premiación cerró con aplausos, felicitaciones y una gran satisfacción colectiva por todo lo vivido durante el día. Sin duda, fue una jornada inolvidable que combinó aprendizaje, diversión, creatividad y compañerismo.
Podemos decir que el English Day fue un rotundo éxito. Los estudiantes pudieron hacer parte de actividades que mostraron su capacidad expresiva y comunicativa, además de fomentar el trabajo en equipo en la preparación de las muestras, las carreras de acertijos y los desafíos en inglés. Todos los cursos participaron y se divirtieron, teniendo un día emocionante mientras aprendían. Este tipo de actividades nos unen como colegio, y debemos seguir utilizando estos días de aprendizaje y alegría para complementarnos los unos a los otros y mejorar como comunidad educativa.
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