Desconectados en la era digital: Falencias de la comunicación en los jóvenes.
- Isabella Bautista
- 19 jun
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 4 días
Vivimos en una era de conexi digital, un tiempo en el que la comunicación parece estar al alcance de un clic: con redes sociales, mensajería instantánea, videollamadas y múltiples plataformas que permiten estar en contacto constante con personas de todo el mundo. Sin embargo, de forma paradójica, se observa un déficit creciente en las habilidades comunicativas de muchos jóvenes. A pesar de contar con más medios que nunca para expresarse y conectarse, parecen tener mayores dificultades para sostener una conversación cara a cara, expresar emociones de manera clara, escuchar activamente o resolver conflictos mediante el diálogo. Esta contradicción plantea una pregunta inquietante: ¿Por qué los jóvenes, que nacieron y crecieron rodeados de herramientas de comunicación digital, les cuesta tanto comunicarse en aspectos esenciales de la interacción humana? La respuesta no es sencilla, pero está vinculada a una serie de factores que incluyen la dependencia de la tecnología, la falta de desarrollo de la inteligencia emocional y la escasez de espacios reales y seguros donde se fomente la conversación genuina y significativa.
Factores que contribuyen a las falencias comunicativas
a) Dependencia de la tecnología
Comunicación mediada por pantallas: uso excesivo de redes sociales, mensajería instantánea, emojis.
Pérdida de habilidades no verbales: lenguaje corporal, tono de voz, contacto visual.
Evasión de conversaciones difíciles o incómodas.
La generación Z (personas nacidas desde 1997 hasta 2010) es la primera generación que nació completamente rodeada de tecnología, ya que estuvieron en el auge del internet y la comunicación satelital. Aunque fueron los primeros en tener acceso fácil a la tecnología desde la infancia, esto puede haberles traído consecuencias negativas a largo plazo, ya que muchos no tuvieron la experiencia completa de la socialización con otros sin tener tecnología de por medio, afectando su aprendizaje con respecto a la comunicación exitosa con otras personas. La pandemia también pudo haber afectado este desarrollo, ya que la mayoría estaban entrando en la etapa de la adolescencia, y la tecnología y redes sociales a su alrededor se volvieron su única forma de socialización con otros.
b) Débil desarrollo de la inteligencia emocional
Dificultad para expresar emociones de forma clara y saludable.
Problemas para identificar y gestionar las emociones propias y ajenas.
Confusión entre "hablar mucho" y "comunicar efectivamente".
El desarrollo de la inteligencia emocional es una parte vital de la vida, que se debe trabajar desde la primera infancia hasta la adultez. En la adolescencia, es una de las habilidades más difíciles de trabajar, ya que el control de las emociones y el razonamiento crítico de los jóvenes están debilitados debido a los desbalances hormonales y a las experiencias que se tienen en esa etapa. Tener una inteligencia emocional débil afecta cómo nos comunicamos con otros, y también cómo nos entendemos a nosotros mismos.
c) Falta de espacios seguros para dialogar
Escasa formación en habilidades de diálogo y escucha activa en el entorno familiar o educativo.
Juicio y crítica en redes que inhiben la expresión auténtica.
Climas escolares o familiares donde opinar o expresar desacuerdo no es bienvenido.
Actualmente, en redes sociales se vive una cultura de conexión y narcisismo hiperactivo. Hay una necesidad de perfección implícita en los mensajes de “sé quien quieras ser”. A menos que encajes en ciertos estándares, no, no eres recibido tal como eres. Este mensaje, aunque no se dice abiertamente, afecta a todos, pero sobre todo a la juventud. Esa necesidad de no tener defectos y ser exactamente como los demás, por miedo al rechazo, tiene un impacto psicológico negativo en los adolescentes. El no encajar en el molde predeterminado, ya sea lo que quieren nuestros padres, nuestros amigos o incluso lo que creemos que debemos ser, logra que nos sintamos insuficientes e inútiles, e incluso excluidos.
Consecuencias de estas falencias
a) Relaciones superficiales
Vínculos más frágiles y menos duraderos.
Dificultad para construir empatía y establecer lazos profundos.
b) Malentendidos y conflictos
Errores de interpretación por falta de claridad o contexto.
Evitación de conversaciones importantes.
c) Aislamiento emocional
Sensación de no ser comprendido o de no poder expresarse.
Trastornos de ansiedad o depresión relacionados con la desconexión social real.
La tecnología es una herramienta muy útil, pero su uso requiere responsabilidad y conciencia. Cuando se utiliza de forma inadecuada, especialmente entre los jóvenes, puede generar consecuencias negativas. Actualmente, muchos jóvenes se relacionan principalmente a través de medios virtuales, lo cual afecta varios aspectos de la comunicación presencial. Entre ellos, se encuentra la dificultad para interpretar gestos y emociones, mantener conversaciones fluidas y establecer contacto visual.
Desde el punto de vista psicológico, esta forma de interacción ha provocado un aumento en la incomodidad al socializar cara a cara, mayores niveles de ansiedad social, una disminución de la empatía y una constante distracción que interfiere en las actividades diarias.
Isabela Bautista
Valeria Mora
Lina Rodriguez
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